Beneficios de aprender inglés como segundo idioma para tu cerebro

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Beneficios de aprender inglés como segundo idioma para tu cerebro

Los idiomas, al igual que cualquier otro conocimiento, ofrecen una serie de ventajas que van más allá del hecho de poder desenvolverte al comunicarte con personas de otros países. Existen una serie de beneficios cognitivos cuando se aprende inglés que seguro te va a encantar conocer y que, desde luego, son muy útiles en otros aspectos que, cuando los descubras, también querrás mejorar.


¿Qué aporta, a nivel cognitivo, estudiar inglés?

En el hospital San Raffaele de Milán se hizo un estudio recientemente revelado por la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos. Las conclusiones de dicho estudio arrojaban la evidencia de que en las personas bilingües la aparición del Alzheimer es más tardía a la vez que se presentan síntomas menos severos.


Esta enfermedad no tiene un tratamiento efectivo y se hace notar en una fracción de la población de 65 años y en adelante cada vez mayor.


Consiste en un deterioro agudo de las capacidades cognitivas que se acompaña de trastornos en la conducta así como de pérdida de la memoria y otras capacidades mentales por la muerte de células nerviosas, llevando a que el cerebro se atrofie parte a parte.


El inglés y su relación con el Alzheimer

En el estudio mencionado se midió el impacto que tiene la enfermedad en 85 pacientes. De estos, una parte hablaba únicamente italiano y otra era bilingüe o trilingüe. En este aspecto el resultado fue claro. Las personas que hablaban exclusivamente italiano padecían la enfermedad con una media de cinco años antes que aquellas que hablan de manera fluida otra lengua, como podría ser el inglés. Además, sus síntomas, en cuanto a reconocimiento de rostros y lugares y algunos otros datos, eran más severos, a pesar de ser más jóvenes.


Cuanto mayor es el uso de lenguas aprendidas, mayores son también los efectos que se dan en el cerebro, mejorando su rendimiento. No se trata, por tanto, del conocimiento de esta segunda o tercera lengua sino de su uso activo, según indica Daniela Perani, una de las investigadoras del hospital San Raffaele.
 
Tiempo después, en 2001, salían a la luz los resultados de otro estudio llevado a cabo por la American Association for the Advancement of Science. En este caso fueron 450 los sujetos de estudio, pacientes con Alzheimer todos ellos. Idénticos datos se daban, destacando, de nuevo, la media de cinco años en la aparición de la enfermedad para las personas conocedoras y practicantes de dos o más idiomas.


Es más que evidente que existen beneficios cognitivos para aprender inglés. Sin embargo, no es que la lengua sea en sí algo milagroso. Cualquier actividad recreativa estimulante incapaz de crear adicción, el bilingüismo y la educación en general son factores que favorecen nuestra reserva cognitiva.


En el caso de poder hablar más de un idioma lo que ocurre es que tanto nuestra actividad metabólica central como la conectividad entre las regiones del cerebro se modifican. Esto hace que se minimicen ciertos efectos negativos de algunas enfermedades, como es el caso del Alzheimer.


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